viernes, 24 de septiembre de 2010

Lo que hace uno por amor...

Muchas veces nos preguntamos ¿Por qué el amor aparece cuando menos lo buscamos? ¿Cuánto dura el amor? ¿De verdad duele? ¿Cuánto haríamos por amor?.No soy una experta, ni la persona más adecuada para contestar estas preguntas.

Lo conocí en una racha de cambios en mi vida, no pensé jamás en amar a nadie, no sabía el significado de esta palabra. La primera vez que nos miramos sentí como el tiempo se congelaba. Me enamoré de él perdidamente.

Pasó mucho tiempo antes de comenzar una amistad, fue en una fiesta donde hablamos por primera vez. Tiempo después éramos inseparables.  Un día caminamos juntos después de salir de clases,  al despedirme de él nuestros labios se encontraron por accidente. Fue nuestro primer beso, y nos asustamos.Nos cuestionamos qué pasaría con nuestra amistad.Después de unos segundos seguimos caminando como si no hubiera pasado nada hasta llegar a la esquina de mi casa.
Cuando me retiraba triste por su reacción, él me habló. Me sorprendí por lo que me había pedido y que mi corazón anhelaba: “Que fuera su novia”  y con mucho entusiasmo acepté.

No había ningún  problema  estando con él, atravesábamos cada obstáculo. No entrábamos a clases para estar juntos. Tiempo después los problemas entraron a nuestro mundo.

Mi padre me impedía estar con él al enterarse de su existencia  por medio de las prefectas de la secundaria .Me encerró tantas veces como pudo para que no lo viera. Pero nada nos impidió vernos , ni aún la reja de mi casa. Sacrificamos muchas cosas como mi amistad con mi papá, su amistad con su mamá. Soporté tanta privación de parte de mi padre. Él sobre todo  sacrificó su tiempo para  estar conmigo  y  ser aceptado por mi papá.

Y aquí nos encontramos después de cinco años de noviazgo, luchando día a día esperando que nuestros padres acepten nuestra relación.  Y me pregunto otra vez  ¿Es esto amor?  Puedo decirte que no me importa. Sólo sé que quiero estar a su lado, sin importar lo que tenga que sacrificar o hacer para lograrlo.Solía leer novelas con tramas de amor  y  no las creía, pero ahora sé que pueden suceder  porque las he vivido con él.

Siempre me he reflejado en  la obra de Shakespeare. Romeo y Julieta. Una historia que nos demuestra cuánto es capaz de hacer uno por amor, y que no existe nada ni nadie que nos separe de quien amamos,  ni siquiera la muerte.  Al leer esta obra comprenderán lo que yo he vivido. Bueno, pero  sin el trágico final, pero con las mismas barreras que nos separan a él y a mí, nuestra familia.

Si  quieres pasar un rato imaginando el amor, esta obra es lo mejor que hay.  Créelo el amor existe  y algún día te llegará, por ahora conoce una parte de él en esta romántica obra.  

Les dejo un video con una historia muy trágica, ¿Cuánto harías por la persona que amas?
Ojalá y puedas entender lo que hace uno por amor...


                               http://www.youtube.com/watch?v=T0GFr3vbwkI




Diana A. Molina A.

viernes, 10 de septiembre de 2010

El primer amor...

¡Hola! En está ocasión me toca a mí (Ivonne P) escribir acerca de un trauma que me haya sucedido. Después de pensar durante varios días llegué al punto que les contaría de mi primer novio.
En algún momento de nuestra vida experimentamos un cosquilleo en el estómago que coloquialmente le llamamos “mariposas en la panza”, por lo regular nos sucede cuando el chico o la chica que nos gusta se nos acerca o nos dice un hola o ¿qué tal cuando nuestras miradas se cruzan? y sentimos que somos lo máximo.

Pues a mí me pasó eso sólo que no fue con un chico, esto me sucedió con un niño hace algunos añitos (diez para ser exacta), estaba cursando segundo año de primaria, en ese entonces él era un niño chaparrito, güerito, tenía o mejor dicho tiene unos hermosos ojos verdes, una sonrisa que me dejara paralizada.

En  la primaria en lo único en lo que se piensa es en andar jugando y chacoteando en el receso con nuestros amigos, ¿no?, por tanto yo también lo quería sólo que mi principal prioridad para salir era porque jugábamos juntos básquet, y con escasos siete años yo me sentía enamorada de él.
Cuando entramos a tercero llegué de lo mas feliz al salón y de lo primero que me percaté era que él no estaba, fue mi frustración que en ese año el no jugaría conmigo, pero lo bueno fue que mi mamá me cambió a la escuela en la que él estaba al siguiente año (cuarto de primaria), volví a sonreír cuando lo miré sentadito junto a mí. En el transcurso de ese ciclo escolar nos hicimos novios, nos la pasábamos genial, jugábamos, contábamos chistes de pepito, reíamos, entrenábamos básquet, hacíamos un sin fin de cosas juntos.

Era una "relación" tan inocente que lo único que nos bastaba era el hecho de sonreírnos, no pedíamos ni besos, ni abrazos, nada que en una relación de noviazgo se da por naturaleza.
Nuestro "noviazgo", lo pongo entre comillas porque nos hacíamos llamar novios cuando no sabíamos ni que significado tenía, duró algo de tiempo estuvimos juntos hasta mediados de sexto año, y eso porque yo era una pareja muy mala, recuerdo que lo trataba horrible, cuando jugueteábamos todo era bonito pero fuera de eso yo era grosera.

Él era un infante muy detallista, a su corta edad era muy maduro, a pesar de tener problemas en casa siempre tenía una sonrisa para mí, si no era eso eran cartas, o poemitas, pulseras, recuerdo que un día me dio un Taz que decía te adoro, de verdad era el niño más lindo de la primaria y yo la más vil (aquí aplica el dicho de “nadie sabe lo que tiene hasta que lo ve perdido”).

Cuando pasamos a la secundaria nos dejamos de hablar, si me preguntas el porqué te respondería que no tengo ni la más mínima idea, el punto es que en el segundo ciclo él ya no iba a la escuela, me entristeció que de la noche a la mañana desapareció.

Pasaron dos años y él ni sus luces, entré a la preparatoria, creí que ya no volvería a saber de su vida, y un día me habla por Messenger, ¡no es posible! Decía en mi mente, hablamos tanto tiempo y de tantas cosas que durante ese rato en lo única en lo que estaba concentrada era en la conversación.

Ese día le pedí perdón por lo mala onda que había sido, y como todo un caballero me perdonó y dijo que no le había hecho daño, que ya había olvidado lo ocurrido (aclaro no se olvidó de lo nuestro), nos despedimos y todo, cuando me fui a dormir y noté que en mi rostro se dibujaba una enorme sonrisa.
Para mi buena suerte volví a perder contacto con él sólo que ya no fue muy largo el tiempo, de hecho hace un mes me agregó en facebook y ese mismo día platicamos como nunca lo habíamos hecho, me contó de su vida, hasta que tocó un punto donde quedé pasmada, me dijo que había venido a México (se había mudado a EUA) por una semana a visitar a familiares y amigos, también que me buscó y no logró encontrarme.

Cuando me dijo eso yo quería salir corriendo y tomar el primer vuelo a EUA, no me explicaba como es que con tantas ganas de vernos las cosas no se hayan dado viviendo en una ciudad tan pequeña, y para colmo me dice que fui su primer amor que nadie lo había hecho sentir un amor tan puro e incondicional.
Entre tantas bromas, recuerdos, anécdotas y confesiones llegó a la conclusión que es verdad que el primer amor nunca se olvida, aunque no pudo ni pude responder la pregunta, ¿el primer amor es para siempre sin importar las circunstancias?

No sabemos las vueltas que da la vida, puede que sólo me quede su recuerdo, recuerdo del amor de dos pequeños a los que sólo les bastaba una sonrisa para demostrar un te quiero.


viernes, 3 de septiembre de 2010

Primer día de clases ...

¿Qué onda fieles seguidores? Espero que estén súper bien, esta vez me tocó a mí escribirles, y quiero platicarles acerca de algo muy común que nos sucede a casi todos los estudiantes.

Te puedo asegurar que ya te ha pasado.

Imagínate, tu primer día en una escuela nueva, ya sea en la preparatoria, la secundaria o ¿por qué no? La universidad, te sientes medio confundido ¿no?, el primer paso es llegar a tiempo, tratas de apurarte lo más que puedas para no llegar tarde a tu primera clase, sabes que es la primera impresión que darás a tus maestros, obviamente no quieres que piensen que eres un desobligado (aunque sí lo seas).

Pero para lograrlo tienes que levantarte más temprano de lo usual, apurarte en tu arreglo personal y asegurar que tienes todas tus cosas listas.

Ya que lo hiciste, te dispones a salir de tu casa e ir a la escuela, pero a veces tenemos tan mala suerte, que no falta que hay un tráfico horrible que te retrasa, y terminas llegando un tanto después de lo planeado.

El segundo paso es encontrar tu salón ¿cuál será? ¿arriba o abajo?,pero bueno no falta alguien conocido (al menos de vista) con el que te topas  y te dice dónde puede estar tu salón.

Ya que llegaste te sientes un poco más seguro, pero ese sentimiento dura poco tiempo, ya que te enfrentas a la elección de tu lugar, muchas preguntas vienen a tu mente ¿dónde sentarse? ¿junto a la puerta o la ventana? ¿atrás o adelante? Ya que sucedió todo ese debate interno, finalmente decides donde sentarte, vas, dejas tus cosas (no sea que te lo ganen) y te sientas.

Finalmente estás instalado, miras a tu alrededor, y todas son caras nuevas, si eres muy extrovertido no te cuesta nada de trabajo pararte y acercarte a alguien más para hacer tu primer amigo, pero si no lo eres , esperas a que alguien igual de despistado que tú se te acerque y comience una plática. Al conocer a alguien más y darte cuenta que está igual de nervioso o entusiasmado que tu te sientes más en confianza.

Conforme transcurren las horas de clase, te das la oportunidad de ir observando las personalidades de cada uno: la extrovertida, el gracioso, el serio, la lista, todo un repertorio de personalidades, y ya depende de ti con quién te identificas mejor.

Van pasando los días, conoces a todos tus profesores, te das cuenta de las clases que te gustan, y de las que no tanto. Pero recuerda, siempre busca cumplir con tus deberes, diviértete mucho, ríe, y lo principal, estudia, porque a fin de cuentas, a eso vamos a la escuela ¿o no?

No te preocupes si al principio te sientes extraño, te aseguro que no eres el único sintiéndose así, poco a poco irás conociendo más gente y haciendo amigos.

Bueno, esto fue todo de mi parte por ahora, no se olviden que este blog también es de ustedes y pueden contarnos las anécdotas sobre el tema que quieran.

Estamos para escucharlos.
Nos vemos pronto.

Julieta L.

Esta es la liga para un video, que a mí parecer está bastante relacionado con el tema de la escuela: